LA CAVERNA DE PLATÓN I
La teoría psicoanalítica define la neurosis como "una afección psicógena en la que entra en conflicto el "Id" con el "Superego" ".
A ver si nos entendemos: Una dificultad -no enfermedad, pues la enfermedad remite a instancias físicas ; no se cura, porque no es corporea, sino que se supera- para dar satisfacción a nuestros deseos (el Id) en pugna con la estructura normativa, moral (Superego).
Osea que, en mayor o menor medida, todos somos neuróticos. Es imposible no serlo; como que nunca te salga un grano.
Dicen también que la manera de solucionar estos conflictos consiste en reducir las exigencias del "Superego" a favor de "Id" sin provocar culpabilidad y conciliándolo con el tercero en discordia; el principio de realidad: El "Ego".
No seré yo quien diga que el psicoanálisis es el mejor y el único método de reconcialiarnos con nosotros mismos. No creo que nadie en su prudente ignorancia se atreva a elegir entre la Ley de la gravitación universal de Newton y la teoría de la relatividad de Einstein. El conocimiento se va construyendo jerárquicamente; ningún conocimiento anula otro, sino que posibilita otro nuevo que, tal vez, invalide al anterior formalmente, pero al que no se hubiera llegado sin el precedente. Importan más las preguntas que las respuestas.
Freud fue el primero que sistematizó una teoría sobre el inconsciente. Un telón de fondo sobre el que se anganchan todos los acontecimientos del pasado y que por dolor, vergüenza, o ambas cosas a la vez, tenemos reprimido sin saberlo. No somos conscientes...pero están.
Freud, en La interpretación de los sueños pone un ejemplo: Cuando tenemos una pesadilla nos despertamos sobresaltados; nuestro cuerpo (porque todo se da en algún lugar) resgistra estados de alteración somática; taquicardia, sudoración. Miramos a nuestro alrededor y seguimos estando en nuestra cama, en nuestra habitación...nadie nos persigue....en la realidad objetiva, es decir, externa a nosotros. Pero hay otra realidad; no es corpórea, ni tangible; pero es real para nosotros igualmente: La realidad psíquica.
La mayoría de las veces desconocemos la causa que produce nuestro malestar, nuestro desasosiego. Lo negamos para poder sobrevivir. Pero hay una respuesta que nos delata ante la pregunta: "-¿Que te pasa para estar triste, deprimido?...No lo se. Si supiéramos la respuesta, obviamente, no estaríamos mal (excepto que se te haya caido la casa, o similar).
Los acontecimientos son neutros; no tienen bondad o maldad en si mismos: Depende del eco que hagan en nosotros.
El pasado, que es quien nos configura, sólo tiene dos tratamientos: No conocerlo y que nos determine o desvelarlo, para que sólo nos condicione. No hay otra manera: El que no conoce su historia está condenado a repetirla. No puede ser de otra manera: No podemos cambiar una rueda pinchada si no tenemos un repuesto.
En una película de Woddy Allen se decía esta frase: " ¿Cuando dejarás el psicoanális?...Cuando se me acabe el dinero". Me apunto a eso.
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