viernes, 26 de septiembre de 2008

IL PICOLO CARUSO



Antonio Cortis (1891-1952) no fue un famoso, sino un hombre con prestigio...aunque tuvo fama. Dicen que a los famosos los conoce todo el mundo, a las personas con prestigio, sólo los entendidos.

Cantó en los mejores teatros del mundo de la ópera: Barcelona, Napoles, Roma, Chicago. Su vida fue singular. Nació en un barco en el volvía su madre a su tierra natal; sola, con otro hermano menor, al quedarse viuda de un zapatero que emigró a Argel. Su vida fue difícil al principio...y difícil al final; siendo famoso en Italia volvió a su tierra natal por razones personales durante la guerra civil, y ya nunca volvió a ser el mismo.

Existe una anécdota que cuenta que, en cierta ocasión, Caruso con una afección de garganta no pudo cantar....le pidió que le reemplazara. Al día siguiente, los periódicos locales alabaron lo magnificamente que había cantado Caruso...pero fue Antonio. Caruso, por supuesto, como un caballero que era, le felicitó.

La anécdota es real. Las fuentes son de primera mano: Me lo ha contado su nieto, un buen amigo mio.

En su tierra natal tiene una estatua...aunque la mayoría de la gente no sepa que en lugar tan pequeño nació uno de los mejores tenores españoles del siglo XX.

Como mi mejor lector ha estado en Denia, y tiene trato con este lugar a través de una mujer deliciosa que se llama Carmen, le invito a que, la próxima vez que vaya por esos pagos, le rinda un homenaje con su mirada .


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